martes, 13 de diciembre de 2011

El esclavo occidental del siglo XXI

Con el advenimiento de la sociedad de consumo tecnocrática, propia del mundo occidental actual, se consolida la figura del protagonista modélico que representa los valores y pautas de comportamiento sistémicos en boga. En otras palabras, poco a poco hemos ido asistiendo a la conformación de un nuevo y estereotipado simio tecnológico, con una amplia gama de variantes, que se ha convertido en el máximo exponente de la nueva cultura y en el referente o icono del renovado mundo moderno.

Como ya he dicho, partiendo de un denominador común y de pautas de comportamiento inducidas, se advierten ciertas variaciones en el entramado social, cómo es natural, pero estas se encuentran cada vez más alienadas, alejadas y enfrentadas de todo lo que pueda considerarse raro, diferente, o simplemente particular. Es más, los prototipos humanos singulares, que se encuentran al margen de las corrientes y flujos de consumo humano pre-establecidos, son considerados cada vez más, subversivos, peligrosos y fuera de lugar, marginados en parte por la comunidad imperante. No obstante, hablamos fundamentalmente de los cambios acecidos en colonias humanas pertenecientes a grandes nodos urbanos o megalópolis, en los últimos 10 años. Fuera de los límites de la ciudad, y por lo tanto, cuanto más alejados de los circuitos del dinero y sus asociados flujos de interés, el tiempo y la cotidianeidad, adquiere un  matiz y una realidad completamente divergente y opuesta.


"El Roto" siempre ilustra genialmente la realidad mundana


Volviendo a la ciudad, a la jungla urbana, y con un paréntesis tomado como referencia de tiempo de aproximadamente unos 20 años, pueden perfectamente establecerse dolorosas comparativas con los años 90, que desvelan un inquietante y degenerado panorama actual, en el que como ya señalé en líneas anteriores, se aprecia una creciente homogenización mental y conductual humana, que aunque sujeta a variables, ha ido perdiendo riqueza y singularidad con el paso del tiempo, y esto, preocupa aún más si cabe, si nos paramos a pensar por un momento, que nos encontramos en un mundo supuestamente globalizado.




Por lo tanto, parece que desde el punto de vista humano y social, este sistema ultracapitalizado, en el que absolutamente todas las transacciones, intercambios e incluso cada vez más las relaciones se encuentran estigmatizadas y controladas por los intereses del dinero, se deshumaniza y mercantiliza a un ritmo imparable, en el que ya pueden establecerse tranquilamente máximas que rezan "el dinero justifica los medios", "el tiempo es oro" o el "vivir para trabajar", socialmente aceptadas. En otras palabras, el dinero controla y gobierna el mundo, y se ha convertido en el medio final a través del cual, sus acreedores, sirvientes o vasallos, es decir, los hombres, tratan de canalizar un poder que a todas luces es ilegítimo y maligno, pues está fuera de todo control, a la luz de los terribles desequilibrios, guerras, hambrunas, enfermedades y conflictos que asolan el planeta, provocados en primera instancia, por este despreciable metal.




Sin embargo, quien sabe si fruto de la inconsciencia, el egoísmo, la desinformación inducida, la más pura maldad o la convergencia de todos estos factores, nos encontramos hoy en día ante un ejército de seres humanos que reniegan de sus propia naturaleza humana, o quizás abrazan el instinto más salvaje de sus dicotómicas entrañas, conformando una nueva casta de esclavos que ha decidido cerrar los ojos a la vida y al mundo real. Estos seres viven, o creen vivir, en una realidad paralela, construída a base de riquezas, entretenimientos, redes sociales y el ocio que la industria mediática les proporciona en torrentes de felicidad transitoria. Pagan resignadamente sus facturas, hipotecas y letras bancarias, confían irremediablemente en papá estado, acuden a estadios, conciertos, restaurantes, y los más avezados, a casas rurales y exóticos destinos, tratan de medrar en sus empresas a cualquier precio, leen la prensa deportiva con entusiasmo, observan atontados la televisión, votan con fervorosa e intachable actitud en las elecciones, y en definitiva, dejan que la vida la vivan otros por ellos, confiando en que, si siguen permaneciendo como los obedientes e intachables ciudadanos que se espera que sean, tengan una segunda oportunidad con la jubilación, tras haber tirado por la borda sus mejores años de juventud y vital existencia.




Por lo tanto, a veces pienso que la naturaleza pone a cada cual en su lugar, y no es de extrañar pues, que tanto ingrato y carente personaje, conforme una masa de homogéneos borregos, que se creen a pies juntillas todo lo que les cuentan sus esquilmadores dueños. Quizá deba de darme con un canto en los dientes, por ser junto a otros pocos privilegiados, testigo de excepción dentro de una metástasis que avanza ciega y acelerada hacia la eclosión de los tiempos venideros.

3 comentarios:

  1. Sólo hay que fijarse en que primeros ministros tienen ahora mismo en Grecia y en Italia, tecnócratas los dos, banqueros los dos,los dos de la diabólica Goldman Sachs.Ninguno de los dos elegido por el pueblo. La élite y mafia financiera va extendiendo sus tentáculos con firmeza e inquietante rapidez. ¿ Qué país será el siguiente? Juegan con la deuda de los países y tienen una gran determinación de hacerse con el control total si es que ya no lo tienen. Sigo pensando y ahora ya tristemente resulta una evidencia, en los próximos meses veremos y viviremos situaciones espantosas, el estado de bienestar corre riesgo de muerte. Los recortes bestiales que nos esperan a la vuelta de la esquina,a la vuelta del turrón de Navidad, indicarán el camino que han trazado.,Piensan los repugnantes neoliberales que recortando saldremos de ésta, todo lo contrario, hasta un niño con graves deficiencias mentales se podría dar cuenta que eso es una barbaridad. Salta a la vista por tanto que todo esto esta orquestado concienzudamente desde altas esferas-poderes financieros y políticos, ya vinculados y casados desde hace tiempo estos dos. El borreguismo actual es lo peor de todo, como nos enseña la Historia sólo cuando hay hambre la gente se moviliza de verdad. Muy jodida va a tener que estar la peña para que haya un despertar.

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  2. Efectivamente la situación, aún maquillada, empeora a diario. Cuando empiece la verdadera crísis, y no este jueguecito de primas de riesgo, deudas y demás numeritos de los señores banqueros jugando al monopoly, es decir, cuando las cosas se pongan jodidas de verdad, al menos podremos reir de ver a tanto borrego balar de miedo, brindando con orgullo por no haber sido partícipes de la infamia. Saludos amigo

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  3. Gracias a cada uno de los “borregos" por aportar algo útil a la sociedad.

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