domingo, 16 de diciembre de 2012

El precio de la vergüenza

Todos conocemos la depravación de este abominable sistema basado en la deuda generada por unos desalmados vampiros capitalistas. Ante determinados carteles publicitarios, uno sólo puede sentir vergüenza y mucho asco, cuando tratan de inducir la mercantilización de vidas humanas en los adormecidos espíritus que pululan por occidente, y en particular, por los tristes pasillos del suburbano madrileño. Vidas humanas a duras penas mantenidas en un régimen alimenticio de práctica inanición, que se tambalean en el frágil equilibrio que existe entre el negocio especulativo y la tapadera mediática, en los empobrecidos, miserables y expoliados confines del mundo. Vidas humanas, que para esta gente no representan absolutamente nada más que un número, y son más un problema a erradicar que otra cosa. En este caso en particular, la estafa del Sida en África y la rapiña de las operadoras de telefonía móvil se dan la mano en un falso y manipulado llamamiento pro-vida, que sólo esconde como interés el más diabólico lucramiento posible. Ya lo saben, amigos, "A más sms, más vidas", Malik, se lo agradecerá. La vida humana tiene un precio. La puja comienza en 1,20 euros. ¿Alguien da más...?


Bastaría con menos de un 1% del PIB mundial, el real, claro está, para erradicar el hambre en el mundo. Sin embargo a los mandatarios del sistema no les interesa, es mucho más divertido estafar al ciudadano con mentiras y seguir manteniendo el infierno sobre la tierra.

1 comentario:

  1. Si es que el ser humano es así, si para ganar dinero necesita esclavizar al prójimo, no lo duda. Cualquier cosa vale para conseguir beneficios. Un saludo

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