viernes, 21 de diciembre de 2012

Marcha fúnebre 20 D: Estado policial en Madrid

La marcha fúnebre contra los presupuestos de la deuda convocada ayer a las 19 horas en Plaza de España por la Cooordinadora 25 s, casi no fue, y puso de manifiesto que vivimos en un estado policial con cada vez más claro tinte orweliano. De nuevo, se produjeron coercitivas identificaciones por parte de los monigotes azules esbirros del ignominioso poder financiero, así como un claro amago por la fuerza a base de empujones, con objeto de impedir la pacífica manifestación, que fue rechazado y superado por la determinación de los que estaban allí congregados, no sin muchas dificultades, forcejeo y una detención de por medio. Con los ánimos muy tensos, el grueso de los manifestantes, unos 300, consiguió tomar la Gran Vía dirección Neptuno, al cual y de forma genuina, fue uniéndose más gente. A pesar de todo, la inmensa mayoría de transeúntes permanecía impasible, observando la enfurecida y legítima comitiva pasar, imbuida en un extraño e indolente letargo fruto de una criminal pasividad y la parálisis de sus cerebros de ovejas consumistas. Durante todo el trayecto, los valientes manifestantes fueron escoltados por una desagradable  columna de policías a ambos lados mientras que el cielo sobre sus cabezas era surcado por el sempiterno y amedrentador helicóptero de vigilancia. La atmósfera era verdaderamente tétrica y asfixiante, dada la fuerte presencia policial y la indignación creciente de la protesta.




Una vez en Neptuno, y nada más llegar, el clamor inicial de los indignados tornó en una parálisis colectiva, la impotencia y el miedo de los allí presentes, al constatar que se encontraban solos, en una plaza llena de huecos, rodeada e infestada por los perros de presa del aparato represor del estado. Tan sólo la orquesta solfónica amenizó por unos minutos la triste realidad que estaba por venir. 




Efectivamente, al filo de las  21:15, los antidisturbios formaron un cordón humano que barrió la plaza en pocos segundos, sin apenas resistencia, creando una pequeña bolsa de manifestantes entre las marquesinas de los autobuses y la acera, completamente atrapada y a su merced. Poco a poco, fueron cerrando la pinza, al tiempo que pedían documentación de forma aleatoria y entraba en escena un patético grupo de 5 policías, de los cuales cuatro de ellos escoltaban a un quinto, el único de la noche con el casco puesto, coronado por una videocámara. 


Esto era la última fantochada que nos faltaba por ver. Para mear y no echar gota...


El despropósito se hizo más que evidente, rayando el patetismo más absoluto, contestado con sarcásticos comentarios y las miradas de incredulidad de la gente, que no dudaban en mirar con los ojos como platos semejante provocación de una realidad que se asemeja cada día más a la de la distopía de ciencia ficción del cine de los años 80. Ayer no hicieron falta porras: La pobre presencia ciudadana, las identificaciones que casi con total seguridad devendrán en sanción económica y una plaza de Neptuno convertida en un hervidero de UIP, diluyó la protesta con una rapidez inusitada. Pero sobretodo el miedo de muchos y la parálisis mental, dejadez, resignación o como se quiera llamar de la inmensa mayoría que puebla las calles y ha decidido que esta lucha no va con ellos, propició una derrota más que evidente y el silenciado, una vez más, de la verdad. Mientras sigan siendo 1000 los que protestan, nada cambiará. Sólo sería necesario que se manifestase un 1% de la población de esta adormecida ciudad, para poner en un serio aprieto a este gobierno franquista y reaccionario y a sus secuaces a sueldo. Ni eso. Mal nos va a ir. La conciencia es ínfima. La vergüenza, desproporcionada.




Hoy viernes, la Coordinadora 25 s ha publicado en su blog un " Manifiesto de los detenidos del 25-S ", en el que se relatan auténticas barbaridades de abusos policiales en la comisaría de Moratalaz, y se hace una profunda e interesante reflexión acerca del peligroso momento que vive el país. A continuación, dejo el texto íntegro:


Manifiesto de los detenidos del 25-S “Rodea el Congreso”


Vivimos tiempos de incertidumbre. Los que hoy estamos aquí hemos vivido una situación que viene a demostrar que aún perviven métodos y estrategias represivas que el sistema pretende convencernos de que están superadas. Por eso, además de la denuncia que hoy hemos tramitado, queremos reflexionar junto a la sociedad sobre una situación latente que nos afecta a todos: el constante e imparable deterioro de la democracia y el consiguiente aumento de la represión policial.
Nosotros hemos sido golpeados violentamente, detenidos injustificadamente y, una vez en el calabozo, hemos sido humillados, insultados, amenazados y amedrentados durante 48 horas, negándosenos incluso el agua o una manta. Estos graves acontecimientos no debería ocurrir en ningún lugar amparado por la democracia, sean los detenidos culpables de sus delitos o no. Este único hecho debería abrir ya un profundo debate en nuestra sociedad.
Pero más allá del trato sufrido, y de los posibles delitos que se hayan cometido sobre nosotros y que hoy hemos denunciado aquí, queremos incidir en que esta situación no representa para nada un hecho aislado o particular. La represión sobre el ciudadano la estamos viendo cada día, en pequeñas actuaciones que, sumadas, confirman una ideología de Estado que debe preocupar y movilizar a la sociedad:
  1. Estado de Derecho ficticio
Es propio de regímenes autoritarios proteger a sus torturadores. Y hoy, vemos como el gobierno indulta, por segunda vez, a cuatro Mossos d’Esquadra condenados nada más y nada menos que por torturas a un ciudadano que, para colmo, resultó ser inocente.
  1. Omitir responsabilidades
Y es propio de regímenes ajenos a la democracia mentir y no investigar aquellos hechos que ponen en evidencia su actuar contra derecho, o hacerlo sólo cuando la evidencia queda bochornosamente patente ante la sociedad. Así una mujer puede perder un ojo por un pelotazo de goma mientras la clase política niega la propia existencia de la pelota de goma; o una columna de policías puede irrumpir en la estación de Atocha de Madrid golpeando, amedrentando y atemorizando a los ciudadanos sin que ninguna responsabilidad sea exigida a sus ejecutores o incluso les condecoren.
  1. Criminalización de las legítimas protestas
El Estado, que debiera amparar al ciudadano, ahora ha invertido sus funciones para amedrentarlo y coaccionarlo. Y lo hace identificando y multando sistemáticamente a todo aquél que apoya una protesta o que, simplemente, estaba allí; y lo hace además descalificando el legítimo acto de protestar, llegando incluso a criminalizarlo acusando a los manifestantes de atentado contra las altas instituciones públicas.
  1. Privatización de la justicia
Como paso lógico de la represión se llega a un proceso para alejar la justicia del ciudadano a golpe de tasa, llenando así las arcas del Estado, depauperadas por la mala gestión de la clase dirigente.
 Presupuestar la represión
Y el aumento de la represión queda a la luz con unos presupuesto generales que elevan en un 1.780% (sin errata) la partida destinada a la compra de material antidisturbios a la par que no se revalorizan las pensiones.
  1. Permeabilidad de los poderes
Como característica innegable de regímenes autoritarios debemos citar al poder judicial como una mera extensión del poder ejecutivo, y no como su complemento. Así, los detenidos del 25-S salimos de los juzgados con más cargos de los que la propia policía nos había imputado en sus atestados y después de pasar más tiempo del debido en el calabozo por el intento de no sé sabe qué instancia gubernamental de hacer que el poder judicial nos remitiera a la Audiencia Nacional, como si de terroristas nos tratáramos.
 Pero también queremos denunciar aquí hoy las sanciones administrativas (multas) con las que se sanciona indiscriminada e injustificadamente a quien protesta o incluso a quien sin protestar pasaba por allí, persuadiendo así al ciudadano a que no se manifieste y sumando a la par miles de euros para las arcas del Estado. Denunciamos todas y cada una de las detenciones injustificadas que se pueden observar en casi cada concentración. Denunciamos las identificaciones arbitrarias. Denunciamos la brutalidad policial contra la ciudadanía que protesta por lo que considera por lo que es justo y legítimo.
Se podría seguir añadiendo ejemplos de esta deriva autoritaria del Estado, pero algunos de los puntos esenciales están ya reflejados.
Un gran porcentaje de ciudadanos, de todas las condiciones e ideologías, hemos llegado a un punto en el que, como ciudadanos, sentimos vergüenza: vergüenza al abrir los periódicos y ver cómo la corrupción campa a sus anchas, cómo el pueblo es ninguneado, cómo la codicia particular triunfa sobre el bien público y cómo los poderes públicos gobiernan de espaldas al pueblo, del que emana su legitimidad.
Queremos recordarles a esos mismos poderes públicos que la represión y la violencia no van a solucionar sus problemas, y que más bien es una muestra de debilidad de un Estado que languidece al no haber sabido o no haber querido estar a la altura de las circunstancias.
 Denunciamos a la clase política que se preocupa de cómo engañar cada cuatro años para poder seguir sirviendo a los intereses oligárquicos del gran capital. Denunciamos cómo crean y utilizan cualquier asunto, incluido este, como cortina de humo y desviar la atención sobre los problemas estructurales y de fondo.
Esta es una llamada de atención para que los poderes públicos rectifiquen su modo de actuar. Pero también es una llamada de atención para que la sociedad reflexione sobre hacia dónde nos dirigimos como sociedad y si el estado actual de las cosas es el que verdaderamente queremos. Porque si nuestros representantes no ejercen como tales, y sólo miran por la forma de perpetuarse, tal vez sea hora de que la sociedad despierte, no se deje amedrentar y refunde los cimientos de la democracia.
En definitiva, denunciamos a los autores materiales e intelectuales de esta POLÍTICA DEL MIEDO, cuyo objetivo es amedrentar y desactivar a las personas, tanto a las más activas como a las que empiezan a concienciarse.
www.coordinadora25s.wordpress.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario