martes, 25 de diciembre de 2012

Promoviendo el cambio

La iniciativa de Rodear el Congreso alentada por la Coodinadora 25s, comienza a mostrar claros signos de agotamiento, como han puesto de manifiesto las sucesivas protestas que se convocaron tras los graves incidentes del 25 de septiembre de 2012 (En total, 7). Desde entonces, el poder de convocatoria de las concentraciones se ha desgastado claramente, en parte producido por un desgaste en los ánimos reivindicativos de la ciudadanía y mayormente provocado por un incremento de la represión policial, instaurada mediante una política del miedo promovida desde las altas esferas gubernamentales. Pero además, a esta peligrosa deriva ha de añadirsele una cierta confusión, desorientación y pobreza organizativa del movimiento de resistencia popular.


 Dificilmente volveremos a ver algo parecido...


Desde este humilde blog, tan sólo me centraré en analizar las causas de dicho "fracaso" y las alternativas que a mi modo de ver serían necesarias para que la fuerza de estas legítimas protestas renazca con fuerza.

En primer lugar, el movimiento debe de rehacerse o reiventarse a sí mismo de manera urgente, y la única manera pasa por una diversificación de las acciones. Como si de un cáncer se tratase, estas deberían de expandirse como una metástasis: Rodear el Congreso está muy bien, pero es preferible implementar esta misma acción en otros órganos de poder, en particular en el financiero y máximo responsable de la espantosa situación actual, con iniciativas similares en sedes de entidades bancarias, el Banco de España o la especulativa Bolsa de Madrid. Las concentraciones en Neptuno están siendo además utilizadas por el poder para justificar la represión, con la excusa de que se está amenazando una institución que representa la democracia (aunque sepamos que esta no existe) y la constante alusión al golpe de estado del 23-F, en una clara estragia de disuasión y manipulación pro-sistema. Protestar ante la sede de los principales partidos políticos o en La Moncloa, así como no darle tregua posible a los responsables políticos del escarnio, serían otras de las acciones deseables y productivas para enrriquecer la protesta,así como para generar impactos mediáticos y por consiguiente ir despertando progresivamente la conciencia de la sociedad, cuya masa crítica resulta determinante si deseamos que el cambio se produzca.


 La delegada de este gobierno fascista en la Comunidad de Madrid, increpada en la vía pública por un grupo de legítimos indignados, en julio de este año. Su marido está imputado por impago.


Mientras todo esto ocurra, no debemos dejarnos amedrentar por el abuso de la fuerza desproporcionada del sistema, que está atacando de manera infame la democracia. La desobediencia civil es el único camino cuando un gobierno trata de imponernos el pago de una deuda ilegítima y un estado policial para silenciar la voz del pueblo ante el atropello de los derechos más elementales, como lo pueden ser el de una vivienda digna, un trabajo digno o la libertad individual para manifestarse. Un gobierno, consciente de la precaria situación de los ciudadanos, que no sólo está tratando de ilegalizar y acotar las manifestaciones por la fuerza, sino que identifica, multa e incluso graba a todo aquél que se atreva a participar en las mismas. Debemos hacer frente común ante esta injusticia, no identificarnos y en caso de ser multados, jamás pagar la multa o hacer todo lo posible por evitar pagarla. Debemos concienciar en la medida de lo posible, movilizando el pensamiento, globalizando el problema y sus causas en las mentes ajenas y en las propias, y sobretodo, tratar de que la información sea difundida lo máximo posible. La información y la consciencia no sólo otorgan libertad, tambén atenazan el miedo, y es con esto último con lo que tenemos que acabar, de una vez por todas.


Un claro ejemplo de lo que ha de hacerse "La caza de brujas"

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