miércoles, 16 de enero de 2013

El precio de la vergüenza 2

De nuevo vuelvo a encontrarme con estas maquiavélicas demandas de fondos por parte de la banda de criminales que organizan el mundo, haciendo cada día mayor la brecha entre ricos y pobres de solemnidad. La frivolidad de UNICEF parece no tener límites, y ahora invaden no sólo espacios publicitarios en el Metro o en las marquesinas de los autobuses, sino en el interior mismo de estos últimos, colgando cartelitos en las barras de sujección a modo de guirnaldas de Navidad. Un sistema que especula con el precio de los alimentos a diario en los casinos globales de los mercados, se permite como digo la frivolidad o la desfachatez de solicitar ayuda en forma de sms para los más "desfavorecidos", arruinando un poquito más al adormecido e inconsciente ciudadano de a pie que ya ve como la deuda ajena e ilegítima contraída con las naciones expoliadoras y acreedoras, ha dejado de ser sólo una sufrida realidad de los países tercermundistas, para instalarse también dentro de nuestras fronteras, en Occidente. 


La mercantilización de la vida humana es un hecho, como podemos ver en este tipo de estafas. Al bajar del autobús volví a encontrarme con el cartel de "Malik", esta vez rezaba lo siguiente: "Y a más sms, más bebés salvarás". Ignominioso.


Todos sabemos ya o deberíamos de saber, que si no se acaba con el hambre en el mundo es porque no interesa y porque no resultaría lucrativo hacerlo. Todo es mercancia en este podrido sistema capitalista, ya que el capitalismo con el sufijo "ismo", es ni más ni menos que el abuso de poder por parte de el capital, en manos de una minoría psicópata y sin escrúpulos que controla el mundo con oscuros propósitos de dominación feudal. 

La sociedad debe de despertar y dejar de apoyar económicamente a grandes instituciones como UNICEF, promovidas por los mismos organismos criminales que provocan desastres y enormes desequilibrios mundiales como la ONU y la OMS. La ONU, un organismo antidemocrático que con un Consejo de Seguridad formado por los 5 gigantes económicos, veta cualquier resolución humanitaria en función de sus intereses capitalistas (Somalia, uno de los países más pobres del mundo, es uno de los principales exportadores de comida, ¿¿Cómo se come esto??), y la OMS, financiada en un 80% por multinacionales farmacéuticas que se lucran con la fabricación masiva de medicamentos y vacunas muchas veces innecesarias, con carácter paliativo, y que no abordan los problemas en su verdadera raíz. Es inmoral, por otra parte, pedir dinero a la ciudadanía para combatir la desnutrición infantil cuando el propio sistema en el que por desgracia nos ha tocado vivir, desecha millones de toneladas de comida cada día, ya sea en el sector agrario o pesquero y al final de la cadena, en grandes superficies de alimentación.. 

Como vemos, todo es falacia y manipulación en este decorado de tragedia griega llamado Tierra, y todo pasa inexorablemente por el demoníaco filtro de la megalomanía especulativa capitalista: Recursos naturales y seres vivos, hombres y mujeres, y lo que es más grave, inocentes niños dados a luz en un infierno en vida que no da tregua alguna a la inocencia de la infancia


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