domingo, 15 de diciembre de 2013

14D: Bochorno en Madrid

8 de la tarde, Plaza de Neptuno. Nueva convocatoria de la Coordinadora 25s para Rodear el Congreso en respuesta a la Ley Mordaza o "Ley Fernández" y, de nuevo, la misma escasa afluencia de gente a una manifestación, con la que está cayendo en este país de mierda. Una hora después de la convocatoria del acto (19:00h), tan sólo el Paseo del Prado desde Cibeles y con dirección a Atocha permanece cortado al tráfico, lo cual pone de manifiesto la poquísima gente que hay reunida ante el grotesco vallado policial en la Carrera de San Jerónimo. En ese momento, siento una frustración importante y la consiguiente mezcla de asco y rechazo hacia la lobotomizada ciudadanía de este país de pacotilla, incapaz de reacción alguna, ni siquiera en los albores de una dictadura con claro tinte franquista, cuya ideología política permanece hoy más viva que nunca entre los sátrapas que actualmente ostentan el poder por estos lares. 


Activista Femen mostrando en Neptuno su repulsa a las políticas neoliberales del actual régimen parlamentario dictatorial heredado de nuestra funesta transición.


A punto estaba de abandonar el lugar, cuando de pronto, presa de la indignación, la impotencia y la rabia contenida, el grueso de manifestantes, unas 2000 personas, abandonaba el lugar entre gritos y petardazos con dirección a Cibeles, más tarde Sol y Carretas y, finalmente, la calle Atocha, con la intención de rodear el congreso. Y digo finalmente la calle Atocha, porque ha sido en las inmediaciones donde ha tenido lugar una batalla campal entre los perros de presa del régimen (desproporcionada cifra de 1300 antidisturbios movilizados para la ocasión) y una ciudadanía cada vez más desesperada que empieza a comprender que, con pacifismos, las cosas no tienen pinta de arreglarse un ápice.

Si la génesis de este nuevo brote de violencia ha sido cosa de los infiltrados, como viene siendo costumbre, o de indignados muy cabreados, no lo sé y probablemente nunca lo sepa, pero resulta a estas alturas de la película, del todo indiferente. El caso es que la ira y el malestar creciente de la ciudadanía se han hecho patentes, una vez más, en la tarde-noche de hoy y con toda la legitimidad del mundo. El resultado, un coche de policía municipal zarandeado y posteriormente destrozado a palazos con los agentes en el interior, algunas quemas de contenedores y una lluvia de botellazos a las unidades UIP, previo vuelque de un contenedor de vidrio, que era contestado a duras penas por pelotazos de goma, cargas intimidatorias y algún que otro porrazo. Media hora antes, un grupo de 6 policías que intentaban detener a un fotógrafo tirándole al suelo, a punto han estado de ser linchados cuando se han visto rodeados y atrapados en Sol por una turba de gente con los ánimos encrespados. Han salido indemnes por poco.




Nada de esto hubiese sucedido, si los mierdas de descerebrados policías no hubiesen intervenido cortando la calle súbitamente, para impedir el tránsito de las, en ese momento, casi 5000 personas que trataban de llegar hasta el congreso rodeando todo un perímetro de la ciudad que permanecía vallado y que, para vergüenza de turistas y visitantes a la capital, lleva ya montado más de un año y medio en los aledaños de la "Cámara" de nuestra ilustre y degenerada casta de cleptómanos que, con total  y desvergonzada impunidad, se hacen llamar diputados. Quede claro pues de una vez, que si alguien incita a la violencia son los monos vestidos de azul a sueldo del Cártel Bancario.







Sin embargo, el bochorno, o más bien la vergüenza ajena, patetismo o como se quiera llamar, ha sido que todo este espectáculo dantesco, todo este caos justo y necesario, ha tenido como escenario un Madrid aborregado y sumido en pleno bullicio navideño, en un total y repugnante frenesí consumista que evidencia el talón de Aquiles de una sociedad podrida y profundamente capitalista en sus cimientos. Una sociedad abúlica, resignada, que pasa de todo y de todos, que sale en masa a dejarse los pocos euros que le queda tras el robo institucional al que se ve sometida a diario. Ha sido en ese ambiente de luces de navidad, comercios, bares y terrazas abarrotadas de gente, en el que, al menos durante un buen rato, también se han ondeado banderas y agitado pancartas, reproducido los clásicos empujones, las carreras,  los pitidos de vehículos y autobuseros desesperados y el griterío ensordecedor de la muchedumbre soltando sapos y culebras y proclamas revolucionarias con toda la energía de la que eran capaces sus cuerdas vocales.


Dicen que la violencia no arregla nada, pero se convierte en legítima cuando el derecho de manifestación queda abortado por las fuerzas del orden de un régimen corrupto, antidemocrático e igualmente violento


Las caras de la peña, la ingente mayoría de personas pasotas y anestesiadas por no se sabe que oscuro y extraño sortilegio de cabalísticos brujos, eran un poema. De pronto se veían envueltos en una guerra ajena que hasta entonces parecía lejana y librada por los tres o cuatro perroflautas de siempre. Pero esta vez, las cosas eran muy diferentes. Los rostros eran de miedo y preocupación, incertidumbre e inseguridad, como si de pronto hubiesen sido expulsados a la fuerza del sueño perpetuo en el que parecen dormitar despreocupados. Se oían, también, llantos de niños asustados, que no entendían nada y se agarraban con fuerza a los abrigos de sus anonadados progenitores o bien a las bolsas llenas de mercaderías que estos portaban a manos llenas. Al tiempo, entre toda esta frenética algarabía, se escuchaban algunas voces y frases reprobatorias como "Qué vergüenza" o "Qué asco de país, qué asco de país, a ver si viene un tornado y nos barre del mapa"


El lanzamiento de botellas contra un ejército de pretorianos ataviados con escudos, cascos y armas de fuego, sigue sin ser una lucha de igual a igual.


He de reconocer, salvo el ver a los niños llorar, que por todo lo demás he sentido una enorme y grata satisfacción en ese momento, porque parece que si no es así, esta legión de zombies incapaces que puebla las calles de Madrid no despierta ni a la de tres, ni a la de cuatro. Y ya va siendo hora de que el pueblo despierte a la realidad, por dura que sea, y se deje de mamonadas y estupideces, porque lo que está ocurriendo acabará por hacer explotar las burbujas en las que muchos se refugian creyéndose invulnerables. El tiempo se agota y el Nuevo Orden Mundial que pretenden imponer los facinerosos no es ningún cuento de hadas. Es una pesadilla. Y es real.


El caos se apodera del centro de Madrid, mientras miles de personas asisten asustadizas y a la fuerza al nuevo, aunque pasajero, statu quo capitalino...


Por lo demás, parece que esta forma de manifestación "móvil" es mucho más efectiva que quedarse criando malvas en Neptuno, esperando a que los innombrables se ceben a placer. No sólo provoca descoordinación y nervios en los antidisturbios, sino que además aumenta el volumen de la masa y es una terapia de choque formidable para la inmensa mayoría de los ciudadanos, "Los Silenciosos de Rajoy", que sólo saben comprar patochadas, chatear con sus teléfonos móviles y facebooks, visionar partidos de fútbol y en definitiva, poner el culo para ser sodomizados día sí y día también. Vaya pues mi más enérgico desprecio a ambas partes, pero también un abrazo fraternal a todos aquellos que hoy han salido a la calle a protestar, de una forma u otra, por los derechos de todos. La lucha sigue.





4 comentarios:

  1. CHAPÓ COMPAÑERO!!! Radiografía perfecta de lo que sucedió. Tristemente fue así como dices. La verdad es que yo esperaba aún menos gente pero bueno hacíamos bastante ruido. Yo creo que esta vez algo se ha movido en las conciencias derrotadas de la gente, algo no les cuadra, era como un querer pero todavía no decidirse. Lo veía en los caretos de la gente que nos miraba en Sol y en los comerciantes de Carretas y plaza de Jacinto Benavente, muchos asustados y bajando persianas pero otros casi aplaudiendonos.
    No se si te diste cuenta de que había policias infiltrados y les cogieron de marrón, la gente sacandoles fotos con el movil, si es que se les nota a kilómetros. Lamentable.
    Al final a pesar de la escasa afluencia de gente, no me quedó muy mal sabor de boca. Creo que hay gente que quiere despertar pero todavía necesita unas buenas dosis de ostias del sistema para que se decidan. La lucha sigue y debería seguir aún con más fuerza pero con la ley mordaza la reacción de la gente será toda una incognita.
    Resumiendo: Tienen que empeorar mucho las cosas para que la gente termine de reaccionar y hay que perseverar porque la lucha será larga y ahí esta el quiz de la cuention, que hay que perseverar en la lucha y mucho.
    Saludos compañero y mucho ánimo.

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  2. Gracias amigo, tu comentario es una bocanada de aire fresco. Si es cierto que la indignación está creciendo. la próxima quedamos y vamos juntos. Un abrazo

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  3. Ni tanto ni tan calvo. Si se quieren hacer las cosas por la fuerza se necesitan a muchas más personas de las que había ahí, me temo. Pero sin armas, con palabras, con leyes y con inteligencia. Si la democracia es pelearse contra la policía, entonces me bajo en esta parada. Se matan más enfermedades con antibióticos que con amputaciones.
    Triste realidad para nosotros los madrileños. Comprendo la situación pero ni de lejos la justifico. Aún así, buena entrada Lobo.
    Fuerza y Honor.

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